Mi lista de blogs

sábado, 4 de diciembre de 2010

DOS TIPOS WIKILIQUIDOS

Dmitri Rogozin, el actual representante de Rusia ante la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tiene la fortuna de que su señora esposa, sin vulgaridad, ni pornografía ni obscenidad, es decir, sin nada de parecido a la loca loca de Shakira, ni menos aún a Cristina Aguilera y sus video-orgías apenas disimuladas, le haya dedicado recientemente un video en Youtube, con una canción que lleva por título "Quédate para siempre". Dadas las características de la residencia que aparece en el video, residencia que seguramente es la oficial, es de suponer que Tatiana Rogozina, al cantar "Quédate por siempre", está pensando "quédate conmigo", no "quédate por siempre en esta residencia".
Rogozin, como nació en 1963 (dos años después de Obama y dos antes de Medvedev), tiene todos los cables cruzados, como se dice a veces coloquialmente. Rogozin quiere ver a una Rusia que sea una "Gran Potencia" y escribió sobre ello en un libro bastante difundido e intitulado "Enemigo del pueblo". En ese libro, el actual representante de Rusia ante la OTAN deplora el decaimiento ruso luego de la muerte de Stalin, por ejemplo, considerando desde luego a Stalin a un estadista que convirtió a "Rusia" (era la Unión Soviética) en una gran potencia. Rogozin podría cantarle a su país lo mismo que Rogozina le canta a Rogozin: "sé lo que quieres, sé lo que piensas, sé como te sientes". Ah, si Rusia se quedara para siempre...
Medvedev, igual de perdido, fue a proponer a la reciente reunión magna de la OTAN en Lisboa (también puede escribirse: "fue a proponer a la reciente reunión de la mega OTAN en la hyper Lisboa") que el escudito ése (el antimisiles) lo compartan por zonas los occidentales y Rusia: si viene un misil hacia Europa via Rusia, pues Rusia lo derriba. Y si viene un misil a Rusia via Europa, pues que la OTAN o los estadounidenses lo derriben. La verdad, Medvedev en el cuarto de los juguetes es un niño ejemplar.
Ahora resulta que Rogozin está indignado porque a la propuesta de Medvedev nadie le hizo el menor caso, ni nadie se tomó en serio eso de "socios iguales". Rogozin considera que el desprecio occidental es sorprendente e incluso ilógico. Bueno, es que aquí está el problema: en buena lógica, nadie trata como igual a quien acaba de derrotar. En los eventos deportivos, por ejemplo, cuando uno no llega ni al tercer lugar, pues no se sube al podium. En la economía de mercado, cuando uno sufre pérdidas no pide a su competidor, el que le ganó la clientela, que le pague los costos. Es decir que los occidentales pecan de locos, no de tontos: los ganadores no tratan en pie de igualdad a los perdedores, los tan famosos "loosers". Rogozin considera que en Estados Unidos no les hacen caso a las propuestas rusas porque hay todavía "un partido de la Guerra Fría". ¿Rogozin añora a un Stalin y quiere que Estados Unidos liquide su "partido de la Guerra Fría"?
Medvedev no se queda atrás. Dijo en estos días que si no le hacen caso a la propuesta rusa de escudo antimisiles, volverá la carrera armamentista. Parece que no entiende qué está haciendo la OTAN en un gigantesco arco de bases militares que abarca casi toda Europa Oriental, Turquía, parte del Caúcaso, Afganistán y otros lugares de Asia Central. ¿No es carrera armamentista, ni lo es el gasto astronómico de Washington en proyectos militares a cual más chiflado?
Se dice ya que, de las cerca de 200 bombas atómicas estadounidenses que hay en Europa, serán "removidas" de Alemania, Bélgica y Holanda, pero llevadas...pues más al Este, a la base militar italiana de Aviano (por cierto: ¿Putin no tiene mejores amigos que Berlusconi, afecto a las orgías en Cerdeña y otros Wikilugares?). Que haya bombas nucleares en Italia es pasarse el Tratado de no Proliferación Nuclear por alto, o dejarlo tan chueco como la Torre de Pisa. ¿Rogozin o Medvedev tienen algo que decir al respecto? Europa, además, con un Plan Integrado de Sistema Energético, está buscando depender menos de los hidrocarburos rusos.
Pese a sus delirios de "Gran Potencia" (no fue éso lo que interesó al mundo de la Unión Soviética), Rusia es la perdedora y se espera que se comporte como tal: si es posible, renunciando por completo a sí misma, a su propia historia (cargándole los muertos de Hitler a Stalin, como hace Wikipedia) y a cualquier iniciativa que arroje ganancias y signifique pérdidas para otros, porque se está en el mercado y lo peor es que, habiendo renunciado a todo, Rogozin y señora y Medvedev y señora creen que, como en tiempos del socialismo, las cosas les tienen que salir gratis. Por ejemplo, que le dejen, gratis, a Rusia ser una "Gran Potencia". En mala hora crió el socialismo soviético tanto niño mimado. Y encima, tanto ingrato con quien los mimó a más no poder. Dos tipos de cuidado...

A VER A QUÉ HORA

 En un libro reciente, el periodista J.J. Lemus, a partir de una investigación muy exhaustiva, ha demostrado hasta qué punto no existe la me...