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jueves, 9 de junio de 2011

LIMPIEZA MNESICA

Los serbios parecieran necesitar dos cursos: uno, sobre cómo lograr una limpieza étnica, y dos, sobre cómo obtener algún beneficio luego de vender al prójimo.
Los muy malos serbios, que iban en pos de una "Gran Serbia", se tienen que conformar hoy con una muy pequeñita: la limpieza étnica se la hicieron a los serbios primero en Croacia, en el enclave de Krajina (por lo que se está juzgando al militar croata Ante Gotovina), y después en Kosovo. Antes de que se queden con todo, pareciera que hay que echarlos a patadas. No hay mayores pruebas de que querían "todo": de lo que sí hay pruebas es de que los sacaron a patadas. Conclusión: la evidencia, para un occidental, es que los serbios son gente muy mala que se quería quedar con todo.
En Bosnia-Herzegovina, donde los Clinton cooperaron con Irán para ayudar a los bosnios musulmanes contra los serbios (según ha hecho constar Cees Wiches en un libro intitulado "Intelligence and the war in Bosnia 1992-1995"), el objetivo de los serbios, divididos (entre los partidarios de Milosevic y los del Partido Democrático de Radovan Karadzic), era no quedar dispersos. A evitarlo militarmente se dedicó Ratko Mladic, hoy vendido por sus compatriotas al Tribunal Internacional de La Haya, a cambio de una promesa de entrada a la Unión Europea.
A ver si el Tribunal puede sacar cuentas, o si va a repetir la cifra de ocho mil muertos en Srebrenica y endosárselos en serie a Mladic. De acuerdo con el censo, en 1991 había en ese enclave cerca de 37 mil habitantes, 73 % de ellos, aproximadamente, musulmanes. A raíz de los sucesos de los que se culpa a Mladic, 35 mil personas huyeron del lugar, más tres mil que pasaron a la ciudad de Tuzla. En total, 38 mil personas, un poco más de las contadas en el censo de 1991. Si se toman por válidas estimaciones de que vivían en Srebrenica 40 mil personas, habrían muerto, con frecuencia en combate, 2 mil personas, no 8 mil, cifra desmentida por miembros de Naciones Unidas que estuvieron en el lugar. Entre los muertos habría bosnios musulmanes y serbios. Ciertamente, cuando el ejército serbio de Bosnia entró a Srebrenica, se comportó de manera salvaje: un poco a la manera, digamos, del matón Naser Oric, un bosnio mulsulmán dedicado a la limpieza étnica sin contemplación en los alrededores de Srebrenica.
¿Genocidio? Que les enseñen a los serbios cómo hacerlo. Cuando las tropas serbio-bosnias entraron a Srebrenica, de sur a Este, dejaron un corredor (norte) que permitió salir a niños y mujeres. Son los primeros genocidas que dejan escapar así a sus víctimas. Como existían estos corredores, el ejército musulmán bosnio, insistamos, protegido de los Clinton e Irán, pudo haber ido en ayuda de los suyos en dificultades, pero hubo orden de no hacerlo, de tal forma que Mladic, perdiendo la cabeza y dejándose llevar por el ánimo de venganza, cayó en una trampa (una de tantas, ya que Karadzic denunció otras más en Sarajevo).
Como los occidentales no se van a tomar una clase de matemáticas ni una de lógica, sería más sencillo degradar al general Mladic y pedirles a los serbios que procedan de manera más inteligente cuando se les echan encima, los bombardean, etcétera. Por cierto, a ver si hay manera de acabar con cotizaciones de muertos en la Bolsa que lleva incluso a personas de izquierda a declaraciones grandilocuentes sin evidencia ninguna: ahora repiten como loros que Kadafi debe irse y no exigen pruebas de que el muy mal líder libio mató a 10 mil opositores. ¿O los enterró en el desierto, aprendiendo de la soldadesca de Bush padre durante la primera carnicería contra Irak, cuando los intelectuales salían en televisión para hacer pésimas bromas sobre "Satán Hussein"?

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