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miércoles, 1 de agosto de 2012

NO ME AMENACES, NO ME AMEN...CES

En 1991 y en los años que siguieron, Occidente se puso a festinar aduciendo que, por fin, ya no había "amenaza soviética". Se repitió ante generaciones enteras y no deben faltar los rusos que se pregunten el motivo de que los agredan cuando ya no son una "amenaza". Desde que ya no hay "amenaza roja", Estados Unidos ha hecho varias guerritas: Panamá, Iraq, Yugoslavia, Somalia, Afganistán y Libia. Cada vez con un cuento nuevo.
El "argumento" de la "amenaza roja" no se sostiene en pruebas. Las bombas atómicas fueron lanzadas en Hiroshima y Nagasaki  en 1945, antes de que los soviéticos tuvieran sus propias armas de este tipo. Churchill anunció la Guerra Fría en 1946, en Fulton, antes del bloqueo en Berlín o de que Checoslovaquia pasara al bloque soviético (1948). En 1947, George F. Kennan llamó a la contención contra el sovietismo, pero el mismo Kennan reconoció que pasarían muchos años antes de que Moscú pudiera ser una amenaza real. La OTAN, Organización para el Tratado del Atlántico Norte, se creó entre 1948 y 1949, sin que hubiera amenaza identificable, puesto que el Pacto de Varsovia (organización militar del sovietismo) surgió en 1955. Las fechas indican simplemente una escalada sin contraparte hasta 1955. Por cierto: el Muro de Berlín data de 1961. A lo que suena este tipo de discurso es a que se llama "amenaza" cualquier obstáculo al capricho propio. Toda enseñanza sobre la verdad del pasado está destruida y no hay experiencia de la cual aprender en Occidente. ¿Qué puede hacer alguien armado y sin experiencia ni capacidad para aprender? Pararse al tribunal -luego del crimen- con el pelo color rojo-naranja y cara de narcosis (con la sensibilidad y la conciencia disminuidas). Cara de "what?", vaya.
La verdad no importa por sí misma. Se mide. Frente a la verdad, así sea relativa, el occidental promedio se pregunta "en cuánto me va a salir". Así, la verdad, si incomoda o produce "malestar para la familia", se convierte en costo. Hay que devaluarla, minimizarla, incluso negarla cuando no se quiere pagar ningún costo. ¿En qué lugar se ha visto que un capitalista quiera pagarlo caro? Paul Craig Roberts, estadounidense nacido en 1939 y ex funcionario del gobierno de Reagan, ha escrito: "hoy en día los estadounidenses están gobernados por la propaganda. Los estadounidenses tienen poco respeto por la verdad, poco acceso a ella, y muy poca habilidad para reconocerla". ¿La verdad? "I don't buy it", así de simple. Denegada.
La "idea" es que se pueden conseguir beneficios sin pagar con ninguna consecuencia. !Agrede, es gratis! Si es así, vale más un cuento -"narrativa", dicen los enterados- que produzca placer y ganancia que una verdad incómoda y costosa. Sale "económico" vivir fantaseando. No es pura ignorancia. Es no querer saber, si sale barato ignorar. En suma: es no querer pagar. Lo menos.
Frente a lo que ocurre hoy en Siria, el presidente francés, Francois Hollande, declaró recientemente: "esa crisis se ha convertido en una amenaza para la paz y la seguridad internacional". Son palabras psicóticas, por completo fuera de la realidad: Siria no amenaza hoy a nadie (ni siquiera tiene armas como las que se atribuyen a Irán), ni a la paz de los hogares franceses o estadounidenses, ni a la seguridad internacional. Ni siquiera hay palabras de Damasco contra Israel, que ocupa el Golán. Nada. Hollande está fumado o delirando, como se quiera decir. Es como si el guasón de Colorado saliera con que los asistentes al cine eran una amenaza para su paz y su seguridad. Preventivamente, mató a varios. Por si acaso. ¿no?
¿El mundo está cayendo en manos de guasones? Sí, es lo que parece.
Con el agravante de que este comodín o Joker , Príncipe Payaso del Crimen, cuando están en juego la paz y la seguridad internacionales se presenta -para venderse caro- en batimóvil y con batichicas (tipo la Jolie o la "Shak"), a declarar la primer baticosa que le pasa por la baticabeza.

GENTE PERFECTA

 El llamado en inglés reality show  puso de moda dejar el pudor y el sentimiento de verguenza -confundido con el de culpa- de lado y, para i...