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lunes, 24 de febrero de 2014

¿NO SERA PUTIN?

El freudismo que le encanta a la izquierda "moderna" le da buenos servicios al gran capital.
     Amy Goodman, una activista estadounidense afamada por "Democracy Now" (algo así como "!dame mi democracia ahorita mismo!"), escribía hace poco en un portal izquierdista para arremeter contra Vladimir Putin, el presidente ruso. Terminaba diciendo Goodman: "como dijo Dave Zirin, si viviéramos en un mundo normal, Pussy Riot estaría tocando en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Sochi". Así que "lo personal es político", como les gusta repetir a las feministas. El problema es menos político de lo que parece: si el mundo aceptara que Pussy Riot toque en unos Juegos Olímpicos, querría decir que se ha perdido por completo la noción de lo que es la música, salvo que alguien demuestre que Pussy Riot toca música. Francamente: ¿no sería mejor un dueto entre Willie Nelson y Sheryl Crow para hacer más ameno el imperialismo (if it makes you happy)?¿Good morning, America, how are you?
    A la Goodman (en verdad, las vaqueritas de Dallas están mejor...) Rusia le parece "totalitaria" y Pussy Riot "valiente". Lo que las Pussy Riot -en especial la Tolokónnikova- han entendido es que el capital pone por delante no la ganancia, sino el deseo. ¿Algo de malo en el deseo? No. Pero no es todo, porque el mensaje es siempre otro: "mis deseos son órdenes", que es a lo que contribuye el freudismo "barato". Así, el que se oponga a mis deseos está en desacato y es legítimo -normal- emplear la violencia, como la emplea cualquier niño berrinchudo y malcriado que no tiene el juguete que quiere, en el momento que quiere, y para lo que lo quiere.
    Así, cualquiera que se oponga -o discrepe así sea mínimamente- a la "ley del deseo" o las "alas del deseo" es un sospechoso. ¿Putin?  "(...) es un chequista cerrado, opaco, con muchísimos temores. Le dan verdadero miedo muchas cosas". He aquí la enigmática manera de hablar de Nadezhda Tolokónnikova. ¿Por qué Rusia hizo las Olimpiadas de Sochi? Por "un tema de orgullo viril", declara la Tolokonnikova. Ya está: el presidente de Rusia es alguien que creyéndose muy viril, tiene muchos miedos.
    Lo que sigue no necesita de mucha explicación. !Putín, sácalo!!Sal del clóset! Si este reprimido no quiere liberarse, "nosotros", los "liberados", tenemos que ayudarlo, humanitariamente, a tener "rostro humano" y "mente abierta" (open-minded), aunque sea con peluca. Ya está servida la mesa para ir a arreglarle la vida, las opciones, las preferencias, el cabello, el vestido, los gustos y lo que sea -hasta el país- a quien ni siquiera ha sido consultado. No: simplemente, los deseos de las Pussy Riot -como el muy explícito de poner a un oligarca tipo Jodorkovski en la presidencia- son órdenes, como sucede cuando alguien se libera al fin ante Diván El Terrible. Vamos, suéltalo ya, Vlady.
    Más te vale, cabrón.

NACIDOS DE ESTE LADO

 Parte de la libertad de los libertarios es despertar lo que cada uno es en su inalterable naturaleza: un aspirante a salvaje, un pandillero...