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lunes, 4 de mayo de 2015

VICTORIA SOVIETICA: MANOS A LA OBRA, MAESTRA...

La canciller alemana, Angela Merkel, no asistirá -pese a que fue invitada- al desfile del Dia de la Victoria (sobre el nazi-fascismo) en Rusia. El argumento de los portavoces alemanes es la incomodidad de Merkel ante lo que viene sucediendo en Ucrania, supuestamente agredida por la Federación Rusa. La postura de Merkel es perfectamente congruente con la tesis de los "dos totalitarismos", y se desliza de tal forma que Vladimir Putin, mandatario ruso, aparece como un potencial heredero del totalitarismo de antaño, un "paria" según algunas agencias noticiosas occidentales. No hay que asustarse: la canciller no es filonazi ni nada parecido (ha reconocido las atrocidades hitlerianas), por lo que, aunque no irá al desfile, depositará un día después alguna flor en la tumba del soldado desconocido.
     Que no haya injerencia rusa en el Donbás es algo que carece de interés. Tampoco importa mayormente que a principios del año en curso, el presidente estadounidense, Barack Obama, haya reconocido que metió las manos para cambiar el poder en Ucrania, antes de que los rusos reaccionaran (o hay secuencia o no la hay): al ser preguntado sobre el tema, el huésped de la Casa Blanca declaró que "Putin tomó (la) decisión sobre Crimea no por una gran estrategia, sino, básicamente, porque fue agarrado con la guardia baja por las protestas en Maidán y la huida de Yanukovich luego de que negociáramos un acuerdo para transferir el poder en Ucrania"(!!). No hace falta ser un lector demasiado avezado para deducir de las declaraciones de Obama que lo de Putin fue defensivo y limitado. La conclusión lógica para la canciller Merkel -si supo de lo dicho por Obama- es que no se apersonará en Moscú para no darle la aprobación a quien se defendió de una buena y muy hábil jugada ofensiva estadounidense (una agresión) reconocida con todo desparpajo por Obama. Fuck the EU, dijo una conocida funcionaria estadounidense sobre la Unión Europea (EU, por sus siglas en inglés) al ser preguntada por la reacción del Viejo Continente ante la injerencia estadounidense en asuntos de Kíev, capital ucraniana - si todavía es tal y no una franquicia estadounidense. Bien: Obama no intervino, sino que liberó de Yanukovich a los ucranianos . A todo se le puede dar la vuelta cuando se es perverso.
     Otro desliz bastaría para tratar de demostrar que el "soldado desconocido" murió, él también, víctima de los "dos totalitarismos".Las encuestas muestran que la mayoría de los europeos de hoy cree que al nazi-fascismo lo derrotó Estados Unidos, por lo que se desprende de ello, salvo que falle la lógica, que la contribución soviética fue muy poca cosa (los más de 20 millones de muertos soviéticos son muy poca cosa frente a los más de 50 millones o "millones" de muertos del estalinismo, según los conversos como RBM). Si es así, Merkel dejará una ofrenda floral en la tumba de la poca cosa -víctima de los dos totalitarismos- y no irá al desfile del Día de la Victoria (una Victoria Poca Cosa, desconocida para la inmensa mayoría de los europeos) porque Poca Cosa Putin -según Obama, no según el mismo Putin- se defendió en Crimea de una injerencia -léase agresión- estadounidense (preparada en parte por fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, por lo demás). La razón del más fuerte es la mejor, aunque haya que saltarse la lógica a la torera, y el que se opone es poca cosa. Igual podría dejarse una ofrenda floral en la tumba de la lógica desconocida, mientras Occidente sigue liberando al eslavo poca cosa, si es que al rato Putin resulta ser, como antes Slobodan Milosevic en la hoy extinta Yugoslavia, un carnicero poca cosa.
      No somos entrometidos, los occidentales:no, lo que pasa es que nos metemos hasta la cocina del vecino para liberarlo de sí mismo (y de ser posible, quedarnos hasta con la vajilla). Lo queremos desarmado por su propio bien, porque sabemos mejor que él de "ésto". Lo queremos bien.

ESCOGER ENTRE INCONVENIENTES

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