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martes, 30 de junio de 2015

LA INDUSTRIA DE LOS PAYASITOS MALVADOS: JRUSCHOV (2)

Gordon Robertson no necesitó explayarse en el portal ruso Odnako. Como parte de la "coexistencia pacífica" decretada en los años '50, Nikita Jruschov, para ese entonces líder soviético, decidió que el objetivo económico del socialismo era "alcanzar y sobrepasar" al capitalismo. ¿Alcanzar y sobrepasar en qué, si los objetivos de los sistemas debían ser distintos, puesto que no eran conmensurables? Según Robertson, esta muy desgraciada consigna equiparó los objetivos de los dos sistemas -la Unión Soviética y Estados Unidos tenían así las mismas metas, solo que las perseguían de formas diferentes. Esto creó el síndrome de "captura con la mano" ("agarrar" del capitalismo) y creó, según Robertson, un "complejo psicológico" del que hasta hoy Rusia no puede deshacerse...
    Lo peor es que la comparación debía hacerse en los niveles de consumo personal. Según Robertson, solo podía caerse en la conclusión de que el socialismo era una copia fallida del capitalismo. Así lo vieron los occidentales, así terminaron por verlo muchos soviéticos y así lo vieron también muchos turistas -a quienes Jruschov abrió puertas desde 1957, con el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes- de visita en la Unión Soviética, donde constataban la "escasez" y la "falta de entretenimiento", por contraste -hace notar Robertson- con lo que veían los soviéticos en el Oeste, hasta caer en un choque "cognitivo y psicológico". Los soviéticos dejaron de sentirse orgullosos de sus logros y empezaron a echar miradas de envidia sobre Occidente. Lo cierto es que Jruschov no tenía ni idea de que estaban en juego valores distintos.
     Fue tal el extravío ideológico -que aún se paga- que terminó por repercutir en la economía. En 1950 el Consejo de Ministros de la Unión Soviética, luego de exhaustivos estudios y de analizar el modo de que el nivel de vida de la población no se viera afectado, abolió la paridad rublo-dólar y ligó el rublo al oro (de tal modo que la economía soviética no dependiera de las fluctuaciones de la moneda estadounidense), para gran disgusto de las finanzas internacionales y en contraste con el rumbo que tomaba por ejemplo Yugoslavia. Cabe recordar que la Unión Soviética no ratificó los acuerdos monetarios internacionales de Bretton Woods. Pues bien, en 1958, para "alcanzar y sobrepasar", el payasito del Kremlin estableció un cambio oficial de 1.5 dólares por rublo, de tal modo que la economía soviética quedara a remolque de la estadounidense. Jruschov lo sobrepasaba todo....

A VER A QUÉ HORA

 En un libro reciente, el periodista J.J. Lemus, a partir de una investigación muy exhaustiva, ha demostrado hasta qué punto no existe la me...