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sábado, 7 de noviembre de 2015

AMERICA LATINA: REBELDES SIN CAUSA

El Emir del Saber acaba de quejarse un poco amargamente de que hoy, en América Latina, no hay mayor "pensamiento crítico" frente a lo que es una contraofensiva de la derecha. Muchos otros deploran la falta de "poder" de la izquierda en el "sentido común" de la gente.
     En realidad, desde la Revolución Cubana se fue desmantelando en la intelectualidad latinoamericana de izquierda cualquier posibilidad de pensar la existencia de algo que podría llamarse "sujeto del cambio". La Revolución Cubana nunca se apegó a un marxismo que se empeñó en desconocer y fueron muchos los intelectuales de izquierda procubanos que se formaron bajo influencia de las universidades estadounidenses. C. Wright Mills, el de "!Escucha, yanqui!", por ejemplo, fue el modelo de muchos, como lo sería luego Immanuel 2. En un libro intitulado The marxists ("Los marxistas"), C. Wright Mills hizo más de una crítica al marxismo. Este estadounidense disolvió la base material y las relaciones sociales de producción (asuntos de propiedad) en una "base económica" mal entendida -convertida en supuesto "determinismo"- y disolvió asimismo el interés de clase en la "estratificación", el "estatus" y cosas por el estilo. El marxismo fue culpado de no hablar más que de economía cuando el capitalismo actual no habla más que de negocios, se negó el interés de clase cuando el capital financiero no tiene más que "éso" y, finalmente, Marx fue acusado por todo lo que no pronosticó, desde la caída de la Unión Soviética hasta el resultado de cada Copa Mundial de Futbol, como si el mismo Marx debiera haber sido profeta y haber dicho además -y desde ultratumba- en cada momento qué hacer.
     Como junto a la propiedad se abandonó el trabajo, los trabajadores (peor si son más o menos blancos y de mediana edad) hoy no son sujetos de nada: si acaso, los "actores del cambio" podrían ser los indios, las mujeres y la naturaleza, si alguien quiere tomarse en serio que la Pachamama tiene una estrategia para el cambio, o que ser mujer es garantía de "progresismo" (Violeta Barrios de Chamorro o Mireya Moscoso ciertamente lo prueban, al igual que la Sra. Margaret Thatcher...). Fuera de estas agendas de campus estadounidense recicladas por la ultraizquierda latinoamericana que lo espera todo "al natural" (desde "el tsunami del cambio" hasta el papel protagónico de la fémina), el problema está en que, mientras los medios de comunicación masiva funcionan "abajo", algunos en América Latina no tienen otra cosa como sujeto que no sea el Estado y el "gran líder" de turno, siempre desde arriba, desde donde habrá de "redistribuirse", sobre todo, claro está, para la clase media. Esta era una de las preocupaciones de C. Wright Mills, fue el "caballito de batalla" de los procubanos cuando creyeron haber descubierto al "nuevo sujeto" y es la piedra de toque de la "contraofensiva" de la derecha. En realidad, con excepciones (desde Bolivia hasta El Salvador), la intelectualidad latinoamericana de izquierda sigue a la vanguardia de distintos procesos sin sujeto (salvo que el sujeto sea ella), lo que es tanto como tener los abajofirmantes sin tener detectada claramente la causa -y para muchos, es lo de menos.
   

EL PAÍS, A UN SEXENIO DEL KÍNDER

 Ayotzinapa es una "causa" de los libertarios para terminar diciendo, como lo hizo en su momento el subsecretario de Gobernación, ...