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sábado, 14 de mayo de 2016

EL FIN DEL SUJETO (I)

Recientemente, una alta instancia de justicia en México resolvió que un maltrato infligido por los padres a un menor puede causar la pérdida de la custodia (patria potestad). Pueden ser motivo suficiente un "les voy a pegar si no se aplican en la escuela" o la "realización de golpes leves". Con una nalgada basta entonces para perder la patria potestad, y poco faltará para que el niño pueda demandar a sus padres.
     La idealización de la infancia la ha convertido en representación de la inocencia, desde luego, y también (aunque no sea de manera consciente) de la irresponsabilidad más completa. No es el ideal que tiene el niño, puesto que no puede formulárselo: es en realidad el ideal del adulto, el de renunciar a ser sujeto, capaz de transformar la realidad actuando sobre ella (los niños ya no juegan: aprietan botones de juegos por los que aprenden a calcular) y de asumirse como tal, con responsabilidad. Es un niño inocente e irresponsable inventado: un niño puede en realidad ser cruel, insensible, grosero o dañino bajo múltiples formas.
     La instancia de justicia mexicana alegó de manera inaudita "el interés superior del menor", en el más puro estilo "neoliberal". Tal vez sea de suponer que, recibiendo el menor en la nalgada un supuesto daño, se afecta ese interés cargándole un "costo" al infante, cuando en realidad está únicamente para recibir beneficios -la felicidad de la infancia, el "todo regalado" y la inocencia (de nuevo: sin responsabilidades ni educación, por favor). El niño no es educable: está para realizar ese interés como otros realizan una ganancia, es decir, para "tomar" sin trasformar nada (algo que ya debería enseñar el juego). Es también el ideal del adulto propietario-consumidor: "tomar beneficios" sin trasformar nada ("no quiero saber nada" como alegato de inocencia y coartada para la conciencia propia) ni responsabilizarse por las consecuencias. Un individuo que no es sujeto es, como ser social, alguien que ha muerto.

GENTE PERFECTA

 El llamado en inglés reality show  puso de moda dejar el pudor y el sentimiento de verguenza -confundido con el de culpa- de lado y, para i...