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viernes, 6 de mayo de 2016

RUSIA: CUANDO EL SAQUEO SIGUE

Pese a que el actual mandatario ruso, Vladimir Putin, ha llamado a un proceso de sustitución de importaciones y a que los ricos inviertan en Rusia, no es fácil sacudirse una dependencia de las materias primas que llevó al magnate estadounidense de origen húngaro y pronazi George Soros a predecir que la economía rusa se desplomaría en 2017, en buena medida por una caída de los precios del crudo sobre el cual Arabia Saudita no piensa ceder.
      Los ingresos por exportaciones han seguido yéndose en importaciones que a veces llegan al absurdo: en el comercio, el 60 % de la leche procesada, el 70 por ciento de los jugos, el 80 % de las frutas y verduras congeladas o el 80 % de la cerveza, incluyendo la "Baltika" (en realidad danesa) y 70 % de los medicamentos son importados. El porcentaje total de mercancías importadas es del 40 % en Rusia.
      La inversión extranjera es excesiva en algunos rubros de la industria clave, la pesada: un 50 % de la química y un 43 % de derivados del petróleo, 50 % en productos de caucho y plástico, o 42 de procesamiento de madera, pero más del 67 % en la metalurgia ferrosa, más del 76 % en ingeniería ferroviaria, más del 75 % en ingeniería eléctrica (se importa 70 % del equipo de máquinas herramienta, 70% de equipos de energía, 90 % en ingeniería pesada, por ejemplo). En total, esta participación (inversión) extranjera es del 42 % en la industria rusa, un grado de extranjerización como sea muy menor al que presentan por ejemplo las economías latinoamericanas, pero la dependencia de importaciones es elevada en algunos sectores.
      Junto con la tendencia a importar en exceso en algunos rubros para satisfacción de la juerga del consumo y la reanimación de una parte de la industria, hay una salida importante de dinero por parte de oligarcas sin interés por invertir en la Federación Rusa. Cada año salen 100 mil millones de dólares, incluyendo en este caso lo que remiten al exterior las empresas extranjeras, limitando así la acumulación de reservas de divisas. Entre 1990 y 2010, el monto de exportaciones de capital propiamente ruso en cuentas del exterior ascendió a casi 800 millones de dólares (los recursos rusos en el extranjero totalizarían 5 mil millones de dólares, entre depósitos y valores, bienes raíces y otros activos) y entre 2013-2014 los rusos sacaron de su país casi 105 millones de dólares (hasta totalizar poco más de mil millones de dólares), pero llegando a 2 mil millones en 2014. Como comparación sugerida por el portal Nakanune.ru, modernizar la economía rusa supondría disponer de apenas la mitad de ese monto, 2,5 mil millones de dólares.
      Lo señalado señala la existencia de una "quinta columna" en Rusia: un segmento de población interesado en consumir lo foráneo en parte por efecto-imitación, y un segmento oligarca que en última instancia optará por salir corriendo al extranjero, donde ya tiene un pié, sea en cuentas, sea en bienes raíces y en algunas otras rentas.
     

A VER A QUÉ HORA

 En un libro reciente, el periodista J.J. Lemus, a partir de una investigación muy exhaustiva, ha demostrado hasta qué punto no existe la me...