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viernes, 17 de junio de 2016

FRANCIA: PROTESTA MASIVA DE TRABAJADORES

El 14 de junio tuvo lugar en París, capital francesa, y en otras ciudades de Francia una gigantesca protesta contra las reformas laborales El Khomri. Las autoridades calcularon en 80 mil el número de participantes en la marcha en París, aunque un cálculo minucioso llevado a cabo por Iniciativa Comunista (Polo de Renacimiento Comunista en Francia) demostró que el número de participantes fue muy superior, pudiendo haber llegado hasta un millón. Lo cierto es que ese día estuvieron llegando a París centenares de autobuses con manifestantes, procedentes de distintas partes de provincia. En Marsella desfilaron 140 mil manifestantes, en Tolosa (Toulouse) 30 mil, en Burdeos 5 mil, en Montpellier 5 mil y en Lyon 10 mil.
       Lo que llama la atención es que los medios de comunicación masiva no se dieron cuenta de lo que había sucedido, y no solo por la Eurocopa ni por el hecho de que a las protestas convocaron sindicatos de izquierda (Confederación General del Trabajo-CGT y Fuerza Obrera). Simplemente, el mundo del trabajo no es ni el del placer ni el del poder, ni de ambos juntos (el placer del poder, el poder del placer), así que ni siquiera los medios cubanos ni rusos informaron: a lo sumo, los segundos mostraron muy erróneamente los enfrentamientos con provocadores que nunca faltan. Suponiendo que los manifestantes hayan sido los 80 mil "calculados" por las autoridades, eran más que los de Nuit Debout (Noche de pié), pero eran muchos hombres (y mujeres) en edad madura y productiva y no jóvenes bohemios dedicados a la vagancia, la existencial incluida. No está de más insistir en que el trabajo no tiene derechos y tal vez debía aceptar sin chistar que el gobierno socialista de Francois Hollande siguiera recortándolos. A lo que están autorizados los trabajadores es a trabajar, a callarse y a "trabajar más para ganar menos". Ese día, 14 de junio, y los subsiguientes, la prensa cubana, por ejemplo, estuvo informando de beisbol y de espectáculos. Trabajar no es entretenido -seguramente no para los excedentarios que tienen ocupaciones socialmente inútiles-, así que los medios de comunicación masiva se saltaron a la torera lo que Michel Clouscard llamó alguna vez la "ética del proletario" o, si se quiere, la "seriedad del asunto". Una marcha gay de decenas de personas hubiera sin duda atraído más la atención, que de atraer la atención se trata entre quienes no se toman muy en serio el principio de realidad y creen que "la vida no es muy seria en sus cosas".

¿EL MAL MAYOR, UN MAL MENOR?

 Ningún comportamiento humano está exento de errores, aunque el clientelismo frecuente en América Latina presenta dos problemas: el temor a ...