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lunes, 4 de diciembre de 2017

MI PEOR ES NADA

 El habitante promedio del mundo capitalista no puede representarse el socialismo, por ignorancia (las más de las veces, completa) o porque, al no tener el acto psicológico de la "vivencia", no puede juzgar ni pronunciarse, salvo que tenga la "vivencia" de algún otro. Las cosas hay que vivirlas, y como ese habitante no ha vivido lo desconocido, más allá de lo que pudieran haberle dicho, no puede quererlo. Tal pareciera que es mejor quedarse con "lo vivido", por conocido, así sea algo nada bueno. Qué se le va a hacer: al menos es "nuestra vivencia", en vez de un salto a lo desconocido o algo peor.
     De este modo, se prefiere al cambio la inercia o incluso la regresión, pero en lo conocido. Son décadas que el capitalismo no se reforma, por lo menos desde los años '70, y que la crisis se ha vuelto permanente, pero la única "vivencia que se vió" es que el socialismo tal y como se lo conocía se desplomó en 1989-1991. No hay razón para querer nada mejor que no sea más abundancia (adictiva) dentro del capitalismo, si alcanza para más (y siempre lo promete, porque nadie gana una elección diciendo que no alcanzará para todos, o al menos para la mayoría). Parafraseando a Samir Amin, se trata de salir de la crisis del capitalismo y no del capitalismo en crisis, aunque quienes logren "salir" sean finalmente pocos. Al no tenerse la "vivencia" del socialismo, bien puede preferirse caer hasta en la abyección, pero con tal de que sea "algo vivido", en el capitalismo.
      Los "testimonios" que nunca se pueden verificar o que son aíslados o mentirosos, o los testimonios sacados de contexto (como los recogidos por la escritora Svetlana Alexievich), bastan, porque son "vivencias", para establecer las equivalencias de siempre, socialismo=terror, socialismo=escasez y socialismo=antidemocracia. Nadie repetirá que, conceptualmente, socialismo es igual a propiedad social de los medios de producción (no propiedad de unos cuantos para explotar a muchos). Un concepto no se puede "vivenciar", al parecer. Así que el que no es ignorante puede creer que tiene "la vivencia" porque la vió en pantalla o la leyó: esta (falsa) vivencia -muy frecuente en el esnobismo intelectual- señala que socialismo no significa la posibilidad de proseguir con la humanización de la vida en sociedad, la salida de la alienación. Es preferible "la vivencia" de una deshumanización que ni siquiera se ve como tal (al menos en las capas medias y clases dominantes), aunque muchos se quejen, porque el capitalismo "vivido" (!y hasta el "por vivir"!) se plantea como más humano y mejor, una "forma superior". ¿Qué sigue? Más de lo mismo, o peor, porque el capitalismo es "nuestro peor es nada" (puesto que el socialismo es "nada"). Si alguien se atreviera a querer algo mejor y en verdad más humano, que desafiara al statu quo, se quedaría sin nada. Esa es la amenaza velada.

A VER A QUÉ HORA

 En un libro reciente, el periodista J.J. Lemus, a partir de una investigación muy exhaustiva, ha demostrado hasta qué punto no existe la me...